Las picaduras de las serpientes pueden ocasionar graves daños en nuestro organismo al inyectar el veneno, ya que contiene ciertas sustancias que actúan de manera negativa sobre nuestro cuerpo. Pueden destruir glóbulos rojos, causar hemorragias, impedir que el corazón se contraiga de manera habitual, generar parálisis y producir coagulación en la sangre.

El nivel de peligrosidad o de efecto que realmente nos causa va a depender de la especie de serpiente con la que nos topemos.

En el caso de recibir una picadura lo primero que debemos hacer es ponernos en contacto con especialistas médicos y acudir al centro de salud más cercano.

En el caso de encontrar alguna culebra o serpiente en el jardín de casa o incluso dentro del hogar, se debe evitar crear un entorno favorable para dichos reptiles. Algunos consejos para evitar la presencia de serpientes son los siguientes:

• Cortar el césped con frecuencia. En un césped corto las serpientes saben que están mucho más expuestas a los depredadores, y por eso suelen evitarlo.
• Evitar regar el césped en exceso. Las zonas húmedas les encantan a las serpientes. Además, también atraen gusanos, lombrices, ranas, babosas y otros insectos que son alimento de serpientes.
• Podar arbustos y árboles. Es aconsejable podar las ramas más próximas al suelo. De esta forma, al dejar un espacio libre entre las ramas y el suelo, evitarás en mayor medida que las ramas más próximas al suelo se conviertan en un escondite perfecto para serpientes.
• No dejar la leña apilada en un lugar muy próximo a la casa. Te recomendamos guardar la leña lo más alejada posible de la casa. La leña apilada es un escondite perfecto para los reptiles.
• No dejar fuera de la casa comida para perros, gatos y otros animales. La comida de animales también atrae a ratones, ratas que son presas de culebras y serpientes.
• Sellar grietas y agujeros que pueda haber en la fachada, para evitar que se metan ahí serpientes.

Normalmente las serpientes acuden a zonas habitadas por personas en busca de alimento y refugio. Las serpientes suelen esconderse en lugares frescos y húmedos, como podría ser un sótano.

Las serpientes también se refugian entre la chatarra, pilas de leña, basura y otros desechos. Por esto, es aconsejable mantener el área del patio o del jardín libre de posibles escondites, incluyendo pastos y malezas altas que pueden atraer presas para las serpientes.

Por lo general, la época del año en la que las serpientes están más activas es en los meses de primavera y verano, ya que salen de su letargo invernal en busca de alimento, nuevos territorios y reproducción.

La reproducción en las serpientes es estacional. Se lleva a cabo una vez al año y generalmente suele ser en primavera. Antes de aparearse las hembras se fijan detenidamente en el macho para posteriormente iniciar la cópula.

Es muy habitual que haya un duelo previo entre machos para ver quién es el encargado de fecundar a la hembra. Casi todas las serpientes son ovíparas, es decir, ponen huevos para tener a sus crías. También podemos encontrar algunas que son ovovíparas, en este caso los huevos se incuban directamente en el interior de la madre. Independientemente de si las crías nacen de una u otra manera, el sexo de estas vendrá determinado por la temperatura a la que los huevos hayan sido incubados.