Palomas
En Denfor contamos con más de 30 años de experiencia en el sector de control de plagas y estamos comprometidos con la calidad de nuestros trabajos así como con el respeto por el medio ambiente. Por eso contamos con todas las certificaciones oficiales que nos avalan.
Colaboramos con las principales asociaciones que avalan y reafirman nuestro compromiso con nuestro trabajo.
Lo primero que se debe tener en cuenta para un control de plagas de palomas es qué es aquello que les caracteriza.
Las palomas, gracias a su inteligencia y a su capacidad para adaptarse al medio son capaces de introducirse en ambientes urbanos sin ningún tipo de problema. Una vez que consiguen hacerse su hueco es muy costoso poder desplazarlas y reubicarlas, puesto que las aves se pueden ubicar en lugares de muy difícil acceso para las personas. Dentro de estos lugares destacan:
• Zonas altas de edificios, azoteas y otros lugares desapacibles existentes en los edificios.
• Los balcones son uno de sus lugares favoritos, con todo lo que ello supone, debido a la cercanía con las personas.
• Los canalones y cornisas que hay en las fachadas de los edificios son otro lugar muy habitual para encontrar sus nidos.
• Además de estos lugares, cualquier pequeño hueco donde se sientan cómodas les valdrá como recoveco para establecerse.
Existen ciertos signos que nos pueden hacer pensar en una infestación por aves. Cuanto antes podamos reconocerlo antes tomaremos medidas:
- Lo más evidente es ver palomas posadas en nuestros edificios o merodeando cerca de los balcones.
- Presencia de nidos de aves.
- Ver restos de excrementos en las zonas donde viven, incluso en el suelo o vehículos próximos al edificio.
- Observar restos de plumas que van perdiendo. Estas plumas además pueden causar otro tipo de daños como atascar canalones o conductos.
Las plagas de palomas, en general, cuando se encuentran en núcleos urbanos, pueden ser una fuente de transmisión de enfermedades, principalmente por la gran cantidad de excrementos que generan de manera descontrolada.
Además en sus nidos pueden vivir pulgas, garrapatas u otro tipo de artrópodos capaces de transmitir enfermedades, picar o molestar a las personas que ocupan su entorno inmediato.
En cuanto a las enfermedades más comunes que pueden causar las palomas destacaremos las siguientes:
- Psitacosis u ornitosis. Enfermedad transmitida a los humanos que se contagia cuando inhalamos polvo de material fecal seco. También puede provenir de las plumas de las aves, aunque es menos habitual.
- Gripe aviar. Los fluidos corporales como heces, saliva y gotitas nasales son la fuente de contagio hacia los humanos, si el ave está infectada puede propagarlo hacia la persona que entre en contacto con sus fluidos corporales.
- Salmonella. Bacteria que suele encontrarse en las heces de algunos animales, entre ellos las aves. Como consecuencia si no somos precavidos y realizamos un correcto manejo de estos animales y sus materiales de desecho, podremos contagiarnos de esta enterobacteria. Algunos síntomas como náuseas o vómitos, diarrea o fiebre nos pueden hacer pensar en habernos contagiado con esta bacteria.
- Alergias producidas por los ácaros que se encuentran en los nidos de las aves.
- Escherichia coli. Otro tipo de bacteria por la que podemos ser infectados. Se puede manifestar con gastroenteritis y septicemia.
Existen métodos disuasorios para evitar que las aves puedan habitar en nuestros edificios, algunos se pueden usar de una manera preventiva mientras que otros no quedará más remedio que ponerlos en práctica cuando ya haya aparecido el problema.
A continuación detallamos algunos de ellos:
- Sistemas de pinchos. Sirven como sistema disuasorio y tienen grandes resultados. Con este medio conseguiremos que no se posen en los edificios y así no puedan construir sus nidos, ni defecar en ellos. No lesionan en modo alguno a la paloma.
- Sistemas de cableado. Evitan que puedan instalarse ya que consiguen que la superficie no sea lisa. Esto les genera una inseguridad espacial que dificulta su asentamiento.
- Redes. También son bastante eficaces pero debemos tener claro qué tipo colocar y elegir la adecuada. Para los edificios deben ser de polietileno de alta densidad, llevar un tratamiento anti rayos ultravioletas así como un tratamiento ignifugo para evitar propagar el fuego en caso de incendio.
- Ahuyentadores auditivos y visuales. Gracias a los sonidos que emiten evitan que se puedan acercar. Los visuales actúan como espantapájaros y cumplen el mismo objetivo.
- Geles repelentes, aplicados sobre las zonas en las que exista riesgo de que puedan habitar las aves, a través del olfato les creará repulsión y no accederán a montar sus nidos.
Para evitar la aparición de una plaga de palomas u otras aves en tu edificio, existen muchas alternativas, como las que hemos mencionado anteriormente para ahuyentarlas:
- Redes antipalomas. Son barreras totales de gran superficie contra el posado, estancia y anidado. Suelen ser una solución inmediata ya que obliga a las palomas a emigrar a otro lugar.
- Puas antipalomas. Las púas anti posamiento de aves son una de las posibilidades más económicas para el control de aves. Son un medio de protección convencional y eficaz.
- Ahuyentadores por ultrasonidos. Dispositivos que emiten ultrasonidos casi imperceptibles para el oído humano pero perfectamente audibles por ciertos pájaros. De esta manera se genera un ambiente incómodo para ellos y es muy probable que se desplacen a otros lugares. Su efectividad depende de la especie a tratar.
- No alimentar a las palomas, ni de modo expreso, ni de forma indirecta depositando o acumulando residuos alimentarios en terrazas, azoteas o balcones
- • Evitar la existencia de zonas encharcadas, sobre todo en patios o jardines, que puedan ser foco de atracción para las palomas (baño)
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