Aunque guardan ciertas similitudes, conviene hacer referencia a las diferencias más importantes que existen entre ambos insectos para realizar una desinsectación de avispas en Toledo.

• Cromáticas: las avispas son de color negro o marrón oscuro y cuentan con líneas amarillas brillantes. Sin embargo las abejas son de color pardo, y sus líneas amarillas no destacan tanto ya que son más apagadas.
• Físicas: el tórax y abdomen de las avispas es más estrecho, además las avispas no tienen pelos en el cuerpo como las abejas.
• Aguijón: las avispas pueden usarlo para picar en repetidas ocasiones y solo las hembras lo tienen. En cambio las abejas solo pueden picar una vez con su aguijón y al soltarlo mueren en el acto puesto que forma parte de su tracto digestivo, músculos y nervios.
• Alimenticias: las avispas cuentan con mandíbulas mucho más potentes y preparadas por ello pueden ingerir bastantes más alimentos o sustancias, son omnívoras. Por el contrario, las abejas solo se alimentan del néctar de las flores a menos que hablemos de la reina que consume la “jalea real”.
• Roles: el rol de las abejas a priori es más importante que el de las avispas puesto que permiten la reproducción de las plantas gracias a su labor polinizadora, de hecho sería difícil que existiera el mundo como tal sin las abejas. Las avispas aunque a veces también cumplen esa función llevan a cabo otras labores de una manera más habitual como evitar plagas de algunos insectos.
• Reproductoras: a la hora de poner huevos, las avispas son en cierta medida un poco más independientes puesto que todas las hembras de las llamadas avispas solitarias son capaces de poner huevos. En cambio solo las abejas reinas tienen esta capacidad.

Los nidos de avispa se construyen generalmente en lugares protegidos con fácil acceso al exterior. A menudo se pueden encontrar avisperos en cavidades de la pared, bajo tejas y aleros y cerca de fuentes de agua como piscinas.

Para localizar un avispero, lo más aconsejable es observar la trayectoria de vuelo de las avispas al atardecer, ya que es cuando regresan a él.

Por lo general, las picaduras de avispa no suponen un problema grave de salud, a no ser que seamos alérgicos.

Principalmente las picaduras de avispa producen dolor en el momento del picotazo y unas horas después, lo normal es que remita. Es posible que notemos cosquilleo en ciertas partes de nuestro cuerpo como boca o labios acompañados de hinchazón y enrojecimiento en la parte afectada.

Si la persona afectada es alérgica al veneno que inoculan las avispas, los síntomas van a ser distintos y es necesario acudir al centro de salud para controlarlos. La sintomatología que se puede tener en estos casos incluye fiebre, dificultades respiratorias, fuertes mareos e hinchazón abultada en la cara.

Existen maneras de evitar que numerosas avispas ronden por nuestro jardín, sobre todo en la época de primavera y verano:

• Revisa las zonas exteriores de tu hogar y sótano en búsqueda de algún avispero.
• Sella cualquier hueco en la estructura que pueda comunicar con cámaras de aire o falsos techos.
• Utiliza cubos de basura con tapas cerradas herméticamente y nunca los coloques cerca de las puertas y ventanas de tu hogar, ya que puede provocar que las avispas entren al interior de su vivienda.

En primavera, las reinas de la colonia comienzan a poner huevos, los cuales eclosionan para formar una nueva colonia. Durante el verano, la colonia alcanza su máximo número de obreras, que se encargan de buscar alimento. En otoño, aparecen los individuos reproductores, los cuales se aparean antes de la llegada del invierno. Con el invierno, la colonia muere, excepto por las reinas fundadoras que sobreviven hibernando. Estas reinas, al llegar la siguiente primavera, establecen nuevos nidos para comenzar de nuevo el ciclo vital.